domingo, 23 de mayo de 2010

Personas con Discapacidad Física y Sensorial

Al fin me atrevo a sentarme y escribir de un tema que se me hace muy cuesta arriba debido a mi gran ignorancia, pero no puedo seguir huyendo de un ámbito de la vida real y cotidiana con el que tenemos que vivir, y nosotros mucho más, intervenir socialmente con/para ellos.

Este ámbito de intervención es la discapacidad física y sensorial, junto con su gran heterogeneidad, ya que no hay dos personas afectadas de la misma manera. Dentro de este artículo voy a añadir todas las exposiciones que se han realizado con respecto a las personas con discapacidad.

Veamos primero los conceptos generales que rodean a las personas con discapacidad según las diferentes exposiciones de los compañeros/as:

- La discapacidad se entiende como “toda restricción o ausencia (debido a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considere normal para un ser humano”.

- La discapacidad física es “una desventaja, resultante de una imposibilidad que limita o impide el desempeño motor de la personas afectadas. Esto significa que las partes afectadas son los brazos y las piernas”.

- La discapacidad sensorial “corresponde a las personas con deficiencias visuales, a los sordos y a quienes presentan problemas en la comunicación y el lenguaje”.

- Dentro de la discapacidad física y sensorial más generales, también se han hablado de dos afectaciones más específicas. Una de ellas es la parálisis cerebral, que afecta a parte del cerebro que, “o bien no funciona correctamente o no se ha desarrollado con normalidad. La zona afectada suele ser una de las que controlan los músculos y ciertos movimientos del cuerpo. En algunas personas, la Parálisis Cerebral es apenas apreciable y otras pueden estar muy afectadas. No hay dos personas afectadas de la misma manera”.

- Y el espectro autista, cuyas características principales son: dificultad para comunicarse, de forma verbal y no verbal, a veces con palabras o frases cortas; no siguen conversaciones largas; fijan su atención en cosas concretas, por eso a veces parece que son tan inteligentes; no establecen relaciones entre las cosas y los hechos (lluvia-abrir paraguas); repetición de actos y sonidos; no desarrollan una autonomía propia, sino por modelos, etc.

- También nos han hablado del Síndrome de Down, pero sobre ese tema ya realicé la entrada sobre el Babydown, y no quiero repetirme en aspectos teóricos, aunque más hacia delante me remitiré a esta exposición.


Las cinco exposiciones en torno a esta área de intervención dieron unas pinceladas sobre algunos datos que conciernen a este colectivo, estas son:

- Las causas principales de la discapacidad: Prenatales (genéticas), perinatales (anoxia) y posnatales (accidentes de tráfico).

- El 9% del total de la población española son personas con discapacidad.

- Andalucía contiene el mayor número de personas con discapacidad en España.

- Entre los factores de riesgo de exclusión más comunes encontramos: alto índice de analfabetismo (75%, 20-30 años); bajo índice de personas con la ESO o algún FP; aislamiento social; satisfacción sólo de algunas de sus necesidades por las instituciones especializadas, etc.

- Refiriéndonos a la legislación, a nivel nacional debemos mencionar la L.I.S.M.I (Ley de Igualdad de oportunidades no discriminación y accesibilidad universal a las personas con discapacidad) y la conocida como Ley de Dependencia; y a nivel autonómico la Ley 1/1999 de 31 de marzo de Atención a las Personas con Discapacidad en Andalucía y la Comisión sobre Igualdad de Oportunidades de las personas con Minusvalías”.

- Algunos de los servicios y recursos para las personas con discapacidad son: los Servicios Sociales Comunitarios, donde reciben información, valoración y asesoramiento; la Ayuda a domicilio; prestaciones económicas; el Servicio Andaluz de Tele-asistencia; y los Servicios Sociales Especializados como los Centros de Día, las residencias, los Programas de Respiro Familiar, etc.


Uno de los aspectos que me ayudan a “entender” la discapacidad es conocer a varias personas afectadas. Una de ella es Sergio, uno de los miembros de mi grupo de adolescentes en la asociación en la que trabajo como voluntaria. Éste es Down, y entre sus características físicas y comportamentales se pueden destacar: ojos pequeños, movimientos con las manos repetidos, pequeñas dificultades motoras a la hora de hacer ejercicio físico, frases cortas y repetidas (muchas veces sin sentido), por lo que no puede mantener una conversación larga y con sentido, no sabe diferenciar los momentos de tristeza, silencio, alegría, soledad, etc., se relaciona con sus compañeros con relativa normalidad (ya que está muy aceptado y normalizado en clase), es sociable, cariñoso (aunque a veces hay que pararle los pies), bastante cabezota y está llegando a los límites de sus posibilidades académicas y de desarrollo cognitivo, es decir, este niño de adulto seguirá probablemente comportándose como tal. Entre los factores de riesgo que podemos encontrar en la vida de Sergio no podríamos mencionar otro que su propia discapacidad, porque cuenta con factores de protección muy normalizados: está bien cuidado por sus padres, está escolarizado en un colegio con profesores especializados, pero las asignaturas comunes la da en su clase con los compañeros sin discapacidad, sus compañeros de clase lo aceptan y están muy pendientes de él, está en actividades extraescolares.


Otra de estas personas es Nenuco, un adulto con espectro autista que conocí en un voluntariado con personas con discapacidad física y psíquica. Éste está afectado en más de un 83%, no habla, aunque sí reacciona a las órdenes de sus cuidadores a la hora de levantarse, trasladarse o comer; está amarrado a una silla para que no se caiga de cabeza al suelo debido a los movimientos constantes y bruscos que realiza con el tronco, se muerde los pies y las muñecas, por lo que esas partes las tiene vendadas para no hacerse heridas, y está institucionalizado en un centro para personas gravemente afectadas. Esta persona sí está rodeada de factores de riesgo más acusados: está institucionalizado, su familia está desentendida de él, no va a poder aprender nunca un oficio, no va a encontrar pareja, y un largo etcétera que nos muestra como su vida se va a enmarcar en una institucionalización constante y sin desarrollo físico ni cognitivo notable.


La última persona a la que me voy a remitir es a Javi, un adulto con parálisis cerebral que conocí en la misma institución que Nenuco. Realmente la vida de Javi es una de las que más me remueven las entrañas, ya que su cerebro está en perfecto estado, pero debido a su parálisis en todo el cuerpo, no puede comunicarse ni moverse con normalidad. Cada vez que hablo con él me siento impotente porque el realmente quiere y podría comunicarse sin su mandíbula pudiera moverse con más o menos normalidad, ante lo que él sólo puede emitir pequeños gritos y gestos con la cara y las manos. Javi presenta más o menos los mismos factores que Nenuco, pero con la diferente de que éste tiene su cerebro en perfectas condiciones, es como si su inteligencia tuviera una coraza que no le dejase expresarse…


En esta entrada he intentado recoger todas las exposiciones sobre personas con discapacidad realizadas en clase, y he procurado mezclar la teoría con la realidad que conozco. Sé que todas las personas con discapacidad que hemos tratado en clase no son iguales que las tres a las que me he remitido, pero esa es la realidad que conozco, y no tengo potestad para hablar de algo que ignoro, y mucho menos tratándose de este ámbito de intervención. Por ello, si he escrito algún término o expresión que no sea el más adecuado para hablar de este colectivo, ruego que me perdonen porque no es el ámbito que realmente domino.






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