miércoles, 19 de mayo de 2010

¡Mamá, papá, quiero ir al cole!

Para el alumnado afectado por enfermedades existen dos ramas que les aseguran un apoyo educativo durante la enfermedad, estas son:

- En el domicilio, el que la propuesta de intervención viene dada por la coordinación entre el centro educativo y una asociación de voluntarios que imparten apoyo escolar en contacto continuo con el tutor del alumno, y

- En el hospital mediante los programas educativos de las Aulas Hospitalarias.

Este último recurso es el que nos explicaron las compañeras en una de las exposiciones. El aula hospitalaria es un espacio educativo reservado para todos los niños y niñas ingresados en edad escolar obligatoria (6-16 años) e infantil (3-5 años), y cuyo objetivo principal es dar continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje, evitando el desfase escolar.

Pero este recurso no sólo incide en el ámbito puramente académico, sino que también ayuda a mejorar la calidad de vida de los niños/as hospitalizados, en los ámbitos psicológico, porque ayuda a liberar conflictos y el estrés de la enfermedad; afectivo, porque reciben el cariño y apoyo de profesores que le dan diariamente una atención individualizada; y social, ya que evita el aislamiento y crea espacios de relación con otros niños, padres, profesores y personal sanitario, así como en las actividades lúdicas que se realizan.

El curriculum que sigue cada niño está adaptado a su nivel académico, al desarrollo biológico, a la enfermedad y a la movilidad de la que disponga. Así el profesional se trasladará a la habitación si el niño estuviese encamado.

Las aulas hospitalarias están gestionadas por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación conjuntamente, creándose conflictos de competencias y funciones muchas veces, y paralizando y/o empeorando los servicios por dichas disputas.

Dentro de algunas aulas hospitalarias hay un proyecto virtual que permite la comunicación entre los niños hospitalizados y los niños que están en sus casas. También se trabaja con los padres sobre todo en el ámbito psicológico.

En ningún aula hospitalaria se encuentra la figura del educador social, estando recogidas todas las funciones en la figura del profesor y el trabajador/a social de la planta. Por tanto, a continuación se han elaborado una serie de funciones que podrían cumplir los educadores sociales dentro de este recurso:

- Estudios individuales,

- Adaptación del diseño curricular,

- Coordinación con el resto de profesionales,

- Elaboración de actividades lúdicas,

- Trabajo con la familia,

- Coordinación con el centro educativo de origen,

- Integración de los niños cuando les dan el alta, etc.

¡Mamá, papá, quiero ir al cole! Ojalá todos los niños y niñas dijeran esta frase diariamente con el ánimo y el ímpetu que los hacen los niños hospitalizados, y que ven al acudir al “cole”, el único rato de entretenimiento para evadirse de cada una de sus realidades.

La función de las aulas hospitalarias me parece muy necesaria y efectiva, ya que evita un retraso escolar en algunos casos muy notorio, y además da continuidad al proceso de socialización del niño/a al establecer relaciones dentro del hospital, así como favorecer una impulso a la reintegración a sus vidas “normales” cuando les den el alta.

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