miércoles, 19 de mayo de 2010

3x1: mujer, con conductas adictivas y embarazada

Varias compañeras expusieron un estudio realizado sobre mujeres embarazadas toxicómanas. En la exposición se vio dos aspectos principales: factores de riesgo para la madre y el feto, y la creación de un recurso específico para este colectivo.

Con respecto a los síntomas que se pueden ver reflejados en el feto de una madre que consume algún tipo de drogas, hemos dividido la explicación en tres grandes bloques de drogas legales e ilegales que estas madres consumen:

TABACO. Si una mujer fuma mientras está embarazada, su bebé estará expuesto a productos químicos nocivos tales como el alquitrán, la nicotina y el monóxido de carbono. La nicotina hace que se estrechen los vasos sanguíneos, por lo tanto menos cantidad de oxígeno y nutrientes llegan al feto. El monóxido de carbono disminuye la cantidad de oxígeno que recibe el bebé. Además, las mujeres que fuman durante el embarazo aumentan la posibilidad de tener ciertos problemas, como son: un embarazo ectópico, hemorragia vaginal, problemas con la manera en que la placenta se adhiere al útero, el nacimiento de un bebé muerto o con poco peso.

Fumar también afecta al bebé después del nacimiento. El bebé puede inhalar cantidades nocivas de humo de un cigarrillo cercano (fumador pasivo). La inhalación de humo secundario aumenta la posibilidad de tener asma y de sufrir una muerte súbita.

ALCOHOL. Cuando una mujer embarazada bebe alcohol, llega rápidamente al feto. La sangre del bebé tiene la misma cantidad de alcohol que la sangre de la mujer. En un adulto, el hígado descompone el alcohol. Pero el hígado de un bebé todavía no es capaz de hacerlo. Por lo tanto, el alcohol es mucho más nocivo para un feto que para un adulto.

El alcohol aumenta la posibilidad de tener un aborto espontáneo o un bebé prematuro. El abuso de alcohol durante el embarazo es la causa más frecuente del retraso mental.

Beber mucho durante el embarazo puede causar el síndrome de alcoholismo fetal. Este es el patrón de serios problemas físicos, mentales y de conducta en bebés que fueron expuestos al alcohol durante el embarazo.

DROGAS. 1 de cada 10 bebés nace de mujeres que usan drogas ilegales durante su embarazo.

Distintas drogas pueden afectar al feto de distintas formas. El efecto de una droga sobre el feto depende de muchas cosas: la cantidad, frecuencia y momento en que se usó durante el embarazo.

Las drogas ilegales que pueden causar problemas para las mujeres y los fetos durante el embarazo incluyen:

- Marihuana: un producto vegetal que, al fumarlo, expone al feto al humo de la marihuana inhalado por la madre.

- Cocaína: una droga muy adictiva que puede causar nacimientos prematuros. Los bebés que nacen de mujeres que usan cocaína pueden crecer más lentamente y pueden irritarse con mayor facilidad que los bebés no expuestos a la cocaína antes del nacimiento.

- Heroína: usarla durante el embarazo puede causar nacimiento prematuro o incluso la muerte del feto. Los hijos de mujeres que usan heroína durante el embarazo pueden ser más pequeños, tener problemas para pensar claramente y presentar problemas de comportamiento.

- Metanfetamina: eleva la presión arterial de la mujer y su ritmo cardíaco exponiéndolo a ella y a su bebé a una apoplejía, daño cerebral, nacimiento prematuro y aborto espontáneo. Los bebés expuestos a metanfetaminas también crecen más lentamente en el seno materno, tienen problemas vinculándose afectivamente con otros y pueden ser muy irritables.

- Medicamentos: muchos medicamentos tomados durante el embarazo tienen peligrosos efectos secundarios. Sin embargo, los beneficios para curar algún mal pueden superar estos riesgos, por lo que es de suma importancia que un médico supervise la administración.

- Inhalantes: el tolueno, el solvente orgánico utilizado en las pinturas y los pegamentos industriales, al ser inhalado puede causar deformidades semejantes a las provocadas por el alcohol. Con ciertas variaciones, todos los solventes orgánicos causan anomalías en los fetos.

Múltiples son los factores de riesgo que se desprenden a partir de las diversas situaciones de adicción de las mujeres embarazadas, y para trabajar y paliar esos factores, las compañeras han creado un recurso bastante completo dirigido a estas mujeres. El proyecto se llama CIMTE (y sacando los datos del tríptico entregado por ellas), es una cooperativa de intervención privada que trabaja con el colectivo de mujeres embarazadas con problemas de toxicomanías. El motivo de esta intervención directa y coordinada es la no existencia de ningún recurso público ni privado específico para este colectivo, limitándose sólo a los servicios de desintoxicación comunes con metadona y a la institucionalización del menor si naciese con síndrome de abstinencia.

El centro contaría con espacios bastante completos, y una serie de talleres y servicios para las internas:

- Prevención: seminarios, jornadas, charlas escolares, etc.

- Asesoramiento e información: tener o no al bebé, asesoramiento jurídico, síndrome de abstinencia, SS.SS., etc.

- Intervención directa y coordinada con servicios sociales y sanitarios: tratamiento de desintoxicación, seguimiento del embarazo, mantenimiento salud madre-feto, talleres preparto, talleres educación para la crianza, talleres relación intrauterina y posterior madre-hijo/a, potenciación de redes de apoyo, etc.

- Seguimiento y evaluación: tratamiento de autonomía para la posterior salida del centro tras el parto.

Como reflexión personal creo que muchas veces nos olvidamos de la figura paterna, pues ni en varias fuentes bibliográficas consultadas, ni en la exposición se hizo mención a esta si la hubiere, y realmente es muy importante tanto para la madre, como para el futuro bebé pues es un factor de integración muy importante en muchos de los casos.

Tampoco he visto una priorización de necesidades definida, ¿quién es más importante, la madre o el futuro bebé?, ¿o ambos están al mismo nivel de priorización en la intervención?

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