jueves, 10 de junio de 2010

PROSTITUCIÓN




Una de las temáticas más interesantes, a mi parecer, es la referida al ámbito de intervención con las personas que ejercen la prostitución, y todos aquellos fenómenos que la envuelven.

A lo largo del cuatrimestre han habido dos exposiciones en torno a esta temática, pero en el primer cuatrimestre hice un trabajo de estudio sobre este colectivo, por lo que la entrada presente trata de resumir estos tres puntos de vistas, para así poder aportar un artículo lo más integral y completo posible.

Como siempre empecemos con las definiciones más relevantes a abordar:

· Prostitución: Etimológicamente, prostitución proviene del latín prostitutio onis, de prostituere, que significa exponer en público, poner en venta, exhibir para la venta.

- La RAE define el término prostitución como "actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero", e incorpora como novedad la entrada prostituto/ta para definir a la persona (hombre o mujer) que ejerce la prostitución.

- Para Garrido Guzmán la prostitución femenina puede definirse como "un sistema en el cual las mujeres se dejan atrapar como consecuencia de su miseria económica, de su falta de instrucción cultural, de su ausencia de formación profesional, de las carencias afectivas y educativas de su infancia y su adolescencia, y de los conflictos psicológicos y sexuales padecidos en su juventud".

- Para la perspectiva feminista la prostitución no es una expresión de libertad sexual de la mujer, sino que tiene que ver casi siempre con la violencia, la marginación, la dificultad económica y la cultura sexista y patriarcal.

- Como resumen de todas las definiciones anteriores, se concluye que la prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más a menudo por las mujeres, pero también se aplica a los hombres en el contexto de la prostitución tanto heterosexual como homosexual, travesti y transexual. El término genérico empleado para referirse a quien la ejerce es prostituto/ta.


· Proxeneta: Uno de los actores que ha contribuido a la existencia y mantenimiento de la prostitución ha sido el proxeneta, quien constituye la figura de la persona que lo fomenta, que actúa como mediador entre el/la prostituto/a y el cliente. Así, el proxenetismo al igual que la prostitución puede ser ejercido tanto por un hombre como por una mujer, siempre que éste mantenga los contactos suficientes o el ambiente necesario para promover o contribuir la prostitución de personas de cualquiera de ambos sexos. Además, el proxeneta recibe un porcentaje de los beneficios obtenidos por el/la prostituto/a.

Pero, ¿por qué la prostitución es un ámbito que entra dentro de nuestras competencias como Educadores/as Sociales?

En España se estima que existen unas 300.000-400.000 personas que ejercen la prostitución según diversas fuentes, otras hablan de 500.000, e incluso se llega a considerar 600.000. Esta realidad se puede observar diariamente en nuestras ciudades y barrios. Así, Andalucía con 18.230 prostitutos/as, es la comunidad autónoma con mayor afluencia de personas que ejercen la prostitución (17.550 que ejercen en locales de alternes y 680 en la calle), seguida de la Comunidad Valenciana y de Madrid.

Además, la prostitución es el tercer sector económico, después del tráfico de armas y las drogas, que más dinero mueve a escala mundial. En España se mueve cada año unos 18.000 millones de euros procedentes de este “negocio”, que correspondería al 2.25% del Producto Interior Bruto español (PIB).

Otra de las razones, la cual se encuentra directamente relacionada con la asignatura, es la situación real de marginación y exclusión social que sufren estas personas. Este proceso de exclusión social se origina y se mantiene debido a diversos factores estructurales, conceptuales, históricos, sociales, personales, económicos, etc.

Las cuestiones que deben centrar nuestro interés no están relacionadas únicamente con la prostitución, sino también con temas de economía, sexualidad, movimientos migratorios, racismo, etc. Dichas cuestiones se entrelazan cuando comenzamos a tratar aspectos como la estigmatización y la criminalización de la prostitución. Realmente no es un asunto que posea una sola faceta, o que concierna solamente a una minoría, sino que como venimos diciendo es un problema social que afecta a toda la población.

Para tratar todo lo que envuelve a la prostitución, los estados han adoptado principalmente tres sistemas de regulación, estos son:

- Sistema prohibicionista: el Estado, convertido en tutor de la moral pública, sanciona penalmente a todas y cada una de las tres partes que necesariamente intervienen en el ejercicio de la prostitución, a saber, persona prostituida, proxeneta y cliente. De acuerdo con esta regulación, la prostituta es considerada delincuente y no víctima de la prostitución (Estados Unidos, Gran Bretaña y China). Entre los argumentos esgrimidos para sostener este sistema se señala la necesidad de que el Estado se implique en la solución de un problema de corrupción y vicio mercantilizado, que puede afectar a mujeres y jóvenes de ambos sexos que estuvieran en círculos próximos a la prostitución.


- Sistema reglamentista: el más utilizado en Europa hasta principios de siglo. Se sustenta sobre la base de considerar el fenómeno de la prostitución como un hecho inevitable, cuya existencia ha de ser aceptada por la sociedad. En ese sentido, la regulación permite establecer un sistema de control de la actividad mediante el confinamiento de algunos de los elementos que intervienen en la misma. Bajo este sistema, las personas que se prostituyen se someten a controles públicos, especialmente de carácter sanitario, estando prohibida y sancionada la prostitución clandestina ejercida al margen del control público (Alemania, Austria, México y Holanda).


- Sistema abolicionista: surge como consecuencia de los debates abanderados por la Federación Abolicionista Internacional, fundada en 1875 bajo los auspicios de la feminista Josefina Butler, para luchar contra la reglamentación de la prostitución, y cuyos principios fueron incorporados al texto del Convenio de Naciones Unidas de 2 de Diciembre de 194. Bajo este sistema, el ordenamiento jurídico despenaliza el ejercicio de la prostitución y la persona que se prostituye pasa a ser considerada víctima de la propia actividad. Las normas penales tipifican exclusivamente la conducta de quienes se benefician de la prostitución ajena, sin que en la valoración de los hechos se tenga en cuenta la existencia o no de consentimiento por parte de la víctima.


El apartado del trabajo en ambas exposiciones que he visto más flojo es el de perfiles y tipologías de las personas que ejercen la prostitución, y no es nada raro. Este aspecto es muy difícil de clasificar, por ello quiero completar la información con un apartado de nuestro estudio de la asignatura de Marginación y Exclusión Social en España, la cual tuvimos la suerte de realizar porque contactamos con una profesional que trabaja con este colectivo.


- Prostitución callejera:

- Amas de casa: viudas en su gran mayoría, pues se han mantenido de los ingresos del marido y ahora no disponen de economía por lo que entran en este mundo de la prostitución. Edad media entre 40 y 60 de nacionalidad española. Exclusión en el mercado laboral debido a la falta de experiencia/estudios. Vestimenta “normal”. Tienen un horario de trabajo (prostitución) que suele ser desde las 20:00 hasta las 22:00 h.

- Drogodependientes: la mayoría son personas sin techo, que suelen permanecer en un lugar cercano al barrio donde consiguen las drogas. Desde 17 a 50 años. Nacionalidad española. Se prostituyen para conseguir drogas. Tienen muy poca higiene, visten ropas ajustadas y escasas. Su vida se reduce a la prostitución y las drogas, no hacen otra cosa. Suelen estar “protegidas” por otros drogodependientes que suelen ser sus novios. Muchas de ellas entran en el mundo de la prostitución por inducción de esos novios.

- Inmigrantes sin papeles: no llega al 20% que sean drogodependientes, no suelen situarse en el mismo lugar que las españolas. Incluso en la misma calle, cruzan a la acera del frente para ejercer su trabajo. Edades muy jóvenes desde los 15 a los 35. Los principales problemas son el idioma, la falta de nacionalidad que les excluye del mundo laboral y encuentran aquí su único medio de subsistencia, su salida, el racismo es otro de los problemas principales a los que se enfrentan, también la falta de afecto familiar, pues no tienen aquí. No cuidan su salud, no usan los recursos sociales y sanitarios por desinformación. La vestimenta es escasa y ajustada tanto en invierno como en verano.

- Transexuales y travestis: tienen su zona (Nervión) de edades comprendidas entre los 20 y los 40, no suele haber menores de edad. La nacionalidad es española, italiana, y rusa en su mayoría. Los principales problemas suelen ser los prejuicios a los que se ven sometidos, y la discriminación consiguiente que conllevan los prejuicios. Sus vestimentas también son ajustadas e insinuantes, pero no tan escasas, su higiene suele ser buena.

- Hombres: de entre 16 y 35 años de edad. Su nacionalidad suele ser rumana, polaca y española en su minoría. Los principales problemas a los que se enfrentan son los prejuicios, la falta de redes sociales. “son rumanos o polacos, gays y encima prostitutos”. la vestimenta es acorde a sus edades y normal de vaqueros y camiseta y la higiene es regular.


- Prostitución en locales de alterne

En general para todas el sistema de cobro es o bien individual a cada una de las mujeres (por parte del cliente) o bien a un recibidor que se encuentra en el local. Existen unas tarifas establecidas por servicio, estas pueden variar en función de lo que el cliente demande (completo 50 euros, completo más daños físicos 65 euros). Así se demuestra que la seguridad de la mujer puede variar en función de lo que el cliente esté dispuesto a pagar.

Mujeres prostitutas (de forma “voluntaria”)

Españolas: de edades entre 18 y 35 años. Ven más segura esta forma de prostitución puesto que se encuentran en un local para realizar el intercambio sexual y no tienen “chulo” en la calle. No tienen dinero, ni estudios ni experiencia laboral, por lo que no disponen de economía suficiente para subsistir. Vestimenta escasa y ajustada. La higiene está cuidada por las circunstancias que le permiten mantenerse aseadas.

No españolas (inmigrantes sin papeles): de edades entre 16 y 35 años. Ven más segura esta forma de prostitución puesto que se encuentran en un local para realizar el intercambio sexual y no tienen “chulo” en la calle. Además dentro de los clubs el nivel de racismo es menor que en la prostitución callejera. Problemas de idioma, falta de papeles para acceder al mercado laboral y esta es su única solución. La vestimenta y la higiene es igual que la de la mujer española.

Mujeres prostituidas (obligadas)

Inmigrantes sin papeles procedentes de la trata de mujeres (tráfico de mujeres, si son de otro país las traen a este país pidiendo un cambio con el ejercicio de la prostitución, hasta que no esté la deuda saldada no podrán dejar de ejercer), sufren extorsiones (ya les han pagado y les piden más incluso llegando a graves amenazas en las que se incluyen a familiares) por parte de los traficantes. Les roban los documentos de identidad para que no puedan escapar reteniéndolas el tiempo que el traficante considere oportuno hasta el saldo de deuda que él estime.

- Prostitución en el hogar:

Suelen ser jubiladas con escasos recursos económicos y clientela fija. Debido a la alta edad su salud es menor (también la resistencia), con lo cual conlleva a mayor daño físico. La nacionalidad es española y su vestimenta es acorde a su edad.

- Prostitución de lujo:

Mujeres y hombres de entre 18 y 35 años con diversas nacionalidades europeas y de vestimenta provocativa y elegante. Suelen acudir a domicilios particulares y el dinero que reciben es neto para ellas.

- Casas de prostitución:

Normalmente la casa o el edificio suele estar dirigida por una madame encargada de recibir el pago del intercambio sexual, de atender las llamadas de los clientes y contactar con la mujer prostituta. El intercambio se lleva a cabo en habitaciones separadas e individuales de dicha casa. Las edades son de entre los 25 y 45 años y las nacionalidades diversas.


Los centros e instituciones más importantes que trabajan en Sevilla con este colectivo son:

Centro “Leonor Dávalos”: Las actuaciones del Centro en materia de intervención social sobre esta problemática, se canalizan a través de dos vías principales: el dispositivo de acogida y atención permanente, y el dispositivo de atención en medio abierto. El servicio de acogida y atención permanente está dirigido a las mujeres que acuden directamente al Centro. Se interviene sobre la demanda que expresa la mujer en cada caso, para después, en función de las circunstancias concretas de cada una, diseñar consensuadamente con la usuaria una intervención o itinerario personalizado de recursos y acciones. Por otro lado, a través del servicio de atención en medio abierto, el Centro trata de acercar sus actividades a las mujeres que desconocen la existencia de este recurso, o que por causas diversas no acude al mismo. En estos casos, se facilita información y orientación, tanto en lo concerniente a las actividades del Centro como sobre cualquier otro dispositivo de apoyo que, de forma directa o indirecta, intervenga en la problemática de la prostitución. El Centro dispone, además, de una red propia de recursos y prestaciones que les permite una intervención más diversificada, principalmente en materia educación, prevención y sensibilización social.


La Mesa de Prostitución: se marca como objetivo principal la planificación y ejecución de actuaciones coordinadas entre todas las entidades que intervienen en el municipio de Sevilla ante la problemática de la prostitución. Entre los proyectos realizados hasta la fecha destacan los siguientes: Proyecto "Recursos para ti", mediante el que se elaboró y distribuyó un total de 5.000 agendas de recursos específicos para mujeres prostituidas, con información útil sobre salud, aseo, alimentación, dispensación de jeringuillas y preservativos. Y el Proyecto de investigación sobre la problemática de la prostitución en la ciudad de Sevilla desde una perspectiva social y demográfica, que se encuentra actualmente en elaboración.

Ctro. Juvenil Sta. Micalea (Adoratrices): La Congregación de Religiosas Adoratrices trabaja la problemática de la mujer prostituida en Sevilla desde el año 1945, a través del Centro Juvenil Santa María Micaela. Este Centro juvenil tiene capacidad para atender a 30 mujeres que se encuentran en situación de alto riesgo social, de edades comprendidas entre 16 y 30 años, procedentes de familias desestructuradas que sufren graves carencias afectivas y que han podido ser víctimas de abusos sexuales por parte de algún familiar. La mayoría de estas mujeres son toxicómanas e incluso algunas son reclusas o exreclusas. Sin embargo, no todas las mujeres atendidas son o han sido prostitutas. Las acciones del Centro se centran, principalmente, en la acogida, promoción y reinserción de mujeres que se consideran en situación de alto riesgo social. Se trabaja para ir favoreciendo su futura integración tanto en núcleos familiares como en las redes sociales mediante su formación y promoción profesional.

Institución Villa Teresita: El perfil de la población atendida corresponde a personas que carecen de recursos económicos, en su mayoría son toxicómanas y con edades comprendidas entre los 26 y 39 años. Las actividades desarrolladas desde este servicio social tienen por objeto garantizar la prevención y protección de la salud y, en este sentido, se llevan a cabo acciones para la orientación e información sobre riesgo de enfermedades de transmisión sexual, planificación familiar, hábitos de higiene y alimentación, así como ayuda para adquirir la tarjeta sanitaria. Asimismo, realizan tareas de orientación e información cultural, desarrollo de aptitudes laborales y orientación y asesoramiento jurídico en temas de su interés.

Médicos del Mundo: tiene experiencia en el tratamiento de casos relacionados con la prostitución desde Noviembre del año 1993, siendo su objetivo acceder al mayor número posible de mujeres prostitutas que normalmente no contactan con otros programas o servicios de atención a drogodependientes. Atienden, fundamentalmente, a mujeres españolas, solteras, de edad en torno a los 32 años, que ejercen la prostitución en la calle. Su nivel educativo es muy bajo, están desempleadas y son consumidoras habituales de drogas. La asociación dispone de una unidad móvil caravana para desplazarse a las zonas donde se ejerce la prostitución. El vehículo está habilitado para atender a estas personas (una media de 400 personas al año), entrevistarlas con absoluta garantía de confidencialidad e incluso para, en su caso, realizar pequeñas curas de enfermería. Entre las actividades que lleva a cabo para atender las necesidades de este colectivo, destaca un programa de reducción del daño asociado al ejercicio de la prostitución que comprende, entre otras, las siguientes acciones: proporcionar información, educación sanitaria y consejo a las usuarias del programa sobre recursos sociosanitarios y de tratamiento de las drogodependencias; elaborar y distribuir material educativo y material preventivo (preservativos y jeringuillas) y talleres para educación en salud y vacunación de hepatitis B u otras enfermedades.


De entre las principales funciones que pueden desempeñar los Educadores/as Sociales en este ámbito se encuentran:

- Proporcionar a tención integral a las personas que ejercen la prostitución

- Asesorar e informar sobre los recursos disponibles para el colectivo

- Prevenir enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados o otros que pueden conllevar la prostitución.

- Sensibilizar para la erradicación de la prostitución como medio de explotación

- Dar cobertura a las personas que ejercen la prostitución con conductas adictivas.

- Proporcionar información sobre recursos educativos y alternativas laborables disponibles.

- Proteger institucionalmente a éstos, a sus hijos y familiares a cargo de las mismas, si los tuviesen.


En torno a esta imagen giraron los dos debates creados en cada exposición: ¿la prostitución se debería legalizar, regularizar o abolir? Puffff (y perdón por esta onomatopeya) pero escuché muchos comentarios en clase que a mi parecer no son dignos de buenos profesionales del ámbito social; pero centrándome en mi propia opinión tengo varias teorías nada claras aún. Primero decir que la abolición y la erradicación de la prostitución es practicamente imposible, sobre todo por el dinero que mueve; después creo, y es la opinión que más clara tengo, que tampoco se debería legalizar, ya que legitimaríamos la exclavitud y todos los antivalores que se enmarcar dentro de este ámbito (machismo, delincuencia, malos tratos, explotación sexual, pederastia, corrupción, tráfico de personas, y un largo etcétera que por desgracia en la actualidad es palpable). Por último me queda la regularización... y este aspecto es el que más dudas me levanta... por un lado creo que se deberían regularizar las prácticas de aquellas personas que realmente quieren hacer de la prostitución una profesión, pero siempre que sea por su propia voluntad y sin que sus derechos fundamentales se aplasten. Y por otro lado creo que se deberían penalizar y castigar a todos aquellos proxenetas, mafias y personas que abusan de las personas que ejercen la prostitución y las tratan como meras mercancías y objetos de consumo. Y por supuesto con el tratamiento que estoy más de acuerdo, y que creo que no se ha planteado en ninguna exposición, es la educación y la vigilancia.

2 comentarios:

  1. Ola!
    A que te refieres con educacion y vigilancia?? XD

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  2. Desde luego comparto tu opinión de que muchas personas carecen de un conocimiento profundo de este fenómeno. Si deseáis ser buenos "profesionales del ámbito social" deberíais investigarlo más a fondo, especialmente poniéndoos en contacto con la gente del entorno de la prostitución: dueños de clubs y personal que trabaja en ellos, madames, clientes y por supuesto las propias prostitutas. Las ONGs aportan una perspectiva necesaria, pero a mi entender insuficiente.

    Recibe un cordial saludo, Irene.

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