viernes, 11 de junio de 2010


Para realizar la entrada correspondiente a la exposición sobre étnia o comunidad gitana, voy a basarme en el artículo de Mario Fernández Enguita, "Escuela y etnicidad: el caso de los gitanos", el cual habla de la marginación que estos reciben por parte del sistema educativo. Los puntos más simportantes que se pueden entresacar de la lectura son los siguientes:


- Partiendo de la idea de que la escuela tiene las funciones de enseñar conocimientos, de socialización y de formación de los individuos como miembros de una nación y partícipes de un sistema político, pienso que, a pesar de esto, no se encuentra en sintonía con la historia y la realidad del pueblo gitano.

- La escuela, en muchos casos, es un instrumento de formación para el trabajo, es decir, se les prepara para una actividad regular, pautas de conductas como son los horarios, la atribución de usos de espacios físicos, etc. El problema es que los gitanos tienden a tener un trabajo por cuenta propia, optan por una economía de subsistencia, distinta a la de los payos y a la que se les enseña en la escuela, por lo que necesitarían otro tipo de socialización del que ofrece la escuela. Hay una incapacidad por parte de la escuela en ofrecer a los alumnos el sentido de la iniciativa, actitudes emprendedoras, vocaciones empresariales, capacidades para el trabajo autónomo… para que cada persona eligiese el tipo de camino laboral que quiere escoger. Para el gitano tópico la escuela no le enseñaría las habilidades específicas para sus oficios tradicionales.

- Las personas de étnia gitana viven intensamente para el grupo, la familia y la comunidad, valores que la escuela no está en condiciones de ofrecérseo siquiera, ya que busca el desarrollo individual y académico de cada alumno.

- La escuela ha tenido un papel central en la configuración de la identidad nacional, es decir, se inculca la aceptación de la cultura española, la lengua castellana, literatura, geografía… no se habla nada de la lengua kalé ni de su historia. Para ellos la literatura es una imagen deformada ya que todo lo que se les imparte en el centro es perteneciente a un pueblo que no es el suyo.

- Se les excluye, se les discrimina, se les expulsa de su territorio, se les prohíbe usar su lengua, su vestimenta, se les aparta de la participaciónde la vida política y social. Para el gitano el sistema político y las autoridades civiles son simplemente parte del mundo payo.

- Payos y gitanos encuentran difícil lograr un entendimiento que no sea el de coexistir separados porque las diferencias culturales son muy grandes y sus modos de vida chocan a la hora de la convivencia cotidiana.

- El sedentarización que poseemos hace que tengamos una relación estable con el territorio, implica una relación con él más cuidadosa que la del itinerante (gitano). Es pues, que los peculiares hábitos de limpieza de los gitanos itinerantes tienen más que ver con ser itinerantes que con ser gitanos, con el hecho de que abandonarán tarde o temprano el territorio.

- La escuela, por tanto, se dirige a una población enteramente sedentaria, adaptada a las personas sedentarias. Es paradójico que en una época en que se superan en todos los aspectos los límites de la territorialidad, la escuela siga siendo tan incapaz de aportar una respuesta en la parte que le corresponde.

- En la sociedad moderna se basan las relaciones en los principios de universalismo y reciprocidad, es decir, todo el mundo debe ser tratado de acuerdo con unos mismos patrones. Para los gitanos, sin embargo, una línea clara separa el comportamiento a seguir con los demás, a un lado estarían los gitanos con los que mantendrían relaciones de reciprocidad y solidaridad y por otro, estarían los payos que son el “elemento económico a explotar”.

- En caso de conflicto entre individuos, para los gitanos se convierte en conflicto entre grupos familiares. Las relaciones de dominación están asociadas al género, la edad y la primacía de unos clanes o familias sobre otros.

- Los padres payos perciben la presencia de niños gitanos en la escuela como un factor de riesgo que puede producir una dosis de violencia. La escolarización choca con estas relaciones ya que en ella se mantienen juntos a niños y a niñas mientras que los gitanos los separan y a los varones les someten a normas de de autoridad. Los gitanos no quieren llevarlos a la escuela por temor a que se relacione con ese tipo de convivencia y para no coincidir con otros grupos gitanos contrarios.

- A todos nos pasa que cubrimos de virtudes al propio grupo; esto se hace más necesario cuanto más desfavorecido y marginado se esté con respecto a los demás. Por ello, la necesidad que tienen los gitanos de volverse al grupo como fuente de identidad.

- El crecimiento de las ciudades y el rápido encarecimiento del espacio urbano han hecho que los terrenos que algunos ocupaban ilegalmente sean codiciados para usos residenciales y comerciales y se ponen en marcha una política de realojamiento o de erradicación del chabolismo. Con ello, han arrojado a los colegios públicos una avalancha imprevista de gitanos.

- Por un lado, han forzado la escolarización de niños a los que si no fuera por obtener una vivienda o recibir salarios asistenciales no habrían sido escolarizados.

- El aumento o la apariencia de aumento de la delincuencia y la inseguridad ciudadana los convierten en fácil blanco de los impulsos racistas de los payos, ya que una porción de ellos se dedican al dinero fácil y demás.

- Llegamos así a una repentina irrupción de un alumnado gitano nuevo y no necesariamente voluntario que hace que se tambalee algunas rutinas de la vida escolar y para ellos es una experiencia poco gratificante y pone en cuestión la política educativa dirigida al pueblo gitano.

- La escolarización no es solo un derecho sino que también es una imposición. ¿Hasta dónde pueden los padres elegir la educación de sus hijos? El estado quiere escolarización pero los padres y los alumnos no. De repente aparecen unos niños que no están hechos a la idea de permanecer durante horas en un lugar cerrado, ni mucho menos sentados, callados y realizando actividades que les resultan monótonas o cuyas familias no comparten ni sus hogares están en condiciones de cumplir con los criterios de limpieza del entorno payo. También está el problema de ponerlos con alumnos de su edad a pesar del desnivel de conocimientos o al contrario. El desinterés es manifiesto y el abandono se produce definitivamente cuando los niños ya están capacitados para ayudar a sus padres o las niñas muestran los primeros signos de madurez sexual. Pocos superan los objetivos del curso.

- El profesorado se encuentra con una diversidad cuantitativa (de nivel) y cualitativa (cultural) dentro de cada aula para hacer frente a la cual no está normalmente preparado y los centros con un público al que generalmente no saben encajar en las rutinas burocráticas sobre las que se apoya su funcionamiento regular.

- La escolarización no deja de ser una forma de separación forzosa que produce miedo y rechazo. La escuela es un lugar potencialmente hostil al que tienen que enviar precisamente a los elementos más débiles e indefensos del grupo familiar. Los payos los enviamos a ella para que estén seguros, pero los gitanos lo hacen con miedo.

- Una vez en el centro viven un atentado tras otro a su dignidad y su autoestima. Tienen experiencias desagradables de rechazo o descalificación.

- Viven la escuela como una forma de reclusión y permanecen alli sin participar; los maestros les dejan estar a condición de que no alboroten y permitan que sigan dando su clase. La institución los entretiene y ellos se dedican a matar el tiempo.

- Ellos se sienten como que los sacaron de su medio social y los llevaron a la escuela para descalificarlos y demostrarles que eran inferiores. Hacen o tratan de culpabilizarlos por ser distintos.

- La política educativa hacia el pueblo gitano ha pasado hasta hoy por las fases sucesivas de exclusión, integración, igualitarismo formal y diversificación profesional.

- Tanto los trabajadores como las mujeres y los gitanos han sido primero excluidos, luego escolarizados de forma segregada y más tarde sumados a unas condiciones de escolarización iguales para todos pero hechas a la medida de sus respectivas contrapartes.

- 1º excluidos por su forma de vida itinerante. Ellos mismos no tenían grandes deseos de presentarse en aulas.

- Se han visto embutidos en una escuela hecha por y para los payos.

- Actualmente se va abriendo paso la idea de que es preciso reconocer y atender de alguna manera a la diferencia, probablemente general y en todo caso en lo que concierne a la escolarización de los gitanos. Se ve como que tienen un déficit, carencia de algo, falta de inteligencia, motivación, hábitos de trabajo…

- Reconocimiento de que se trata de un grupo con otra cultura, adaptación de la escuela al alumno y no al revés. Adaptación de los contenidos académicos y métodos de enseñanza y aprendizaje.


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